Sagrario Berti sobre Paolo Gasparini: “acude a su amplísimo repertorio, hace una recapitulación mental –ejercicio memorístico–, del trabajo realizado durante sesenta años. Observa repetidamente contactos y copias; formula fotolibros hechos con fotos de archivo mezcladas con ‘nuevas’, apuntando a afinar sentidos esmaltados de memorias y significaciones”.
Alejandro Sebastiani Verlezza
Andata e ritorno –el segundo fotolibro que edita con La Cueva Paolo Gasparini– ha tenido en muy poco tiempo cuatro presentaciones: la primera fue el pasado 8 de noviembre en Paris Photo, específicamente en el stand de la Editorial RM. Hay que tomar en cuenta que el fotógrafo, hace dos años, había estado ya en el Gran Palais. En aquella oportunidad presentaba su primera obra con esta casa editorial: La verdadera historia de Paolo Gasparini.
La segunda presentación de Andata e ritorno fue apenas una semana después, el 15 de noviembre, pero esta vez en Gorizia, donde se encontró en la galería Studio Faganel con Cristina Feresin (periodista que ejerce la crítica de arte) y Marco Menato, el director de la Biblioteca Statale Isontina, (él firma un texto en la obra de Gasparini y revisó las pruebas en italiano). Familiares, amigos y paisanos acompañaron el nuevo “ritorno” y la propia Feresin reseñó el año pasado en un periódico goriziano –Il Piccolo– otra de las tantas vueltas de Gasparini a su ciudad natal. En ese entonces, en la Biblioteca Statale Isontinia, por casi dos meses, el publico pudo acercarse a “una breve, pero significativa, síntesis” de su obra. La historia de Andata… apenas estaba en marcha.
Y el tercer retorno ocurrió, igual, el año pasado, casi por estas mismas fechas, pero en Madrid: en aquella ocasión el fotógrafo había presentado La verdadera historia… con Horacio Fernández. Y el pasado 26 de noviembre –de nuevo en Yvorypress– celebraron Andata e ritorno Gasparini, Diana Vilera –directora, fundadora de La Cueva–, Juan Peces –periodista especializado en fotografía– y Javier Ortiz-Echagüe, estudioso del arte contemporáneo, la fotografía y el diseño.
Parte de la intervención de Peces se detuvo en la historia de Gasparini con los fotolibros: un ejercicio de la memoria, a través de las décadas, comenzando por la llegada del fotógrafo a Venezuela en 1954 y Bobare hasta Andata e ritorno. Peces, además, destaca y resalta que Gasparini no ha dejado de reflexionar, a través de sus archivos, al probar nuevos encuadres, fotoracconti, relecturas incesantes que rescatan “rostros, personas y mensajes olvidados”. Así como el Georges Perec de Je me souviens y L’Infra-ordinaire –recuerda el periodista– se deslizaba infinitamente por el Ouvroir de littérature potentielle –OuLiPo– Gasparini hace lo propio con sus imágenes.
Un fotógrafo potencial que hace videos, fotomurales, dípticos, polípticos, gigantografías y fotolibros llenos de nuevas visiones. Así Ortiz-Echagüe plantea también la relectura del archivo en Gasparini: su obra, sostiene, está repleta de “andatas” y “ritornos”. Lo anterior se cumple en varios planos de lectura: primero, desde el punto de vista geográfico y migratorio, al asumir Gasparini su movimiento constante entre Europa y América Latina, pero también esta visión se siente en sus fotolibros. Ocurre en Retromundo y Para verte mejor, América Latina, lo hace notar Ortiz-Echagüe, “dos proyectos que plantean un contraste constante entre el mundo de la publicidad, las imágenes y los maniquíes de Occidente y el mundo ‘real’ de la gente del Sur”. Andata e ritorno, a su manera, encaja dentro de esta lectura: si bien está escrito en italiano, aunque traducido al español y al inglés, Ortiz-Echagüe hace notar que Gasparini firmó su obra “desde la infeliz Caracas”. En esta ciudad, el actual escenario de tantísimas distopías, vuelve Fidel Castro, pero tachado. Otra forma de regresar al desencanto.
Y la última celebración del año para Andata e ritorno la llevaron adelante en Caracas –la ciudad de muchos regresos, al menos desde 1954, la fecha de su llegada en la motonave Amerigo Vespucci– el propio Gasparini y Ricardo Báez el pasado 11 de diciembre en la Galería Carmen Araujo. En el contexto de la exposición Rostros y ‘golpes’ en Venezuela, Gasparini refirió numerosos detalles y reflexiones sobre su obra.
En sucesivas entregas –ya el año entrante– se ofrecerán mayores detalles. Por lo pronto, vale decir que Gasparini anunció otro proyecto: el fotolibro De Gorizia a Los Andes.
Y ya cerrado el baúl por este año. Ciao, ciao!